¿Qué pretendes transmitir con tu obra? Desde que dejé la profesión de economista hace cinco años llevo investigando las técnicas de la época más convulsa de la historia del arte que para mi son las Vanguardias del Siglo XX. Estoy convencido de que se dejaron muchas cosas por hacer, y pretendo explorar las posibilidades y conceptos que nos dejaron movimientos como el gestualismo o el neoplasticismo. En este sentido, me gusta la idea de encontrar un equilibrio entre la belleza de la mancha de pintura y la belleza de la realidad que nos rodea. No me interesa el detalle del hiperrealismo, sino el conjunto de la composición, y para ello, el detalle estorba, y es reemplazado por una mancha de pintura absolutamente suelta, casi desvinculada de la realidad, que recoge el gesto del artista al aplicarla.

Si tuvieses que definir tu obra, ¿cómo lo harías? No soy capaz de definir mi obra porque no tengo una foto fija. Estoy en permanente movimiento y en este momento no sería capaz de definirla. Quizás dentro de un tiempo te pueda responder a esta pregunta.

¿Qué predomina en la muestra de cuadros que se podrá ver en la Sala Patricio durante las próximas semanas? Predomina el equilibrio de formas, colores y tonos que me inspira la realidad. Pero no un equilibrio lánguido y apagado. Se trata de un equilibrio potente y brillante, de contrastes, y colores puros, inspirado de alguna forma en la idea del neoplasticismo del que hablaba antes.

¿Cómo te adentraste al mundo de la pintura? Mi padre, Mariano Aguayo, es un pintor muy conocido, por lo que la pintura la he mamado en casa desde pequeño. Sin embargo él muy sabiamente nunca me animó de pequeño a pintar. Prefirió que sacase mi carrera de economista, y que después decidiera. Y efectivamente, después de 23 años trabajando en un despacho de abogados, en el que he sido muy feliz, me he decido a reinventarme y dedicarme a pintar. Como es natural, no me lancé a la piscina directamente, sino que estuve unos años compatibilizandola con el despacho, hasta que en 2015 dí el salto definitivo. El cambio ha sido duro, pero ahora estoy feliz.

¿Qué papel crees que tiene el arte en la sociedad? ¿Y en ti? Para mi el arte contemporáneo no tiene una función social, sino individual. El arte sirve a cada individuo. A mi en concreto me sirve para comunicar con los demás una cosa que no podría comunicar de otra forma, por eso si no tuviese público, si a la gente no le gustase lo que hago, si nadie me escuchase, dejaría de pintar. Reconozco que esto es un poco radical, y que está algo alejado de lo que la mayoría de los artistas piensan del arte, pero qué le voy a hacer, es así. Para mi el arte es comunicación con mi público. Cada uno es como es.

¿Qué te parece que una empresa como Howden, del sector asegurador, haga una apuesta cultural como la Sala Patricio? El concepto de Howden Art me parece una idea genial. Las galerías comerciales ya no cogen artistas nuevos porque por efecto de internet y de la diferencia de IVA con el artista, se están desinflando en España. Han cerrado muchísimas. Los que hemos empezado en el mundo del arte tras la crisis, tenemos que hacer un marketing distinto al que se hacía antes del pinchazo, y Howden Art, da respuesta a esta necesidad, cediendo un espacio al tiempo que su nombre se vincula a la cultura y al mecenazgo. Chapó!